martes, 16 de agosto de 2011

Heliotropismo primaveral y lucha de clases opiniones en torno a la vuelta de la lucha política de masas


"...no nos va a doblar la mano una manga de inútiles subversivos"
Carlos Larraín, .presidente de Renovación Nacional

“...Todo tiene su límite”

Sebastián Piñera, Presidente de Chile

“Las utopías, cuando no tienen fundamento racional, son solamente utopías”

Ricardo Ezzati, Arzobispo de Santiago

“Como las flores vuelve su corola hacia

el sol, así también todo lo que ha sido, en virtud de
un heliotropismo de estirpe secreta, tiende a dirigirse
hacia ese sol que está por salir en el cielo de la
historia.”
W. Benjamin


Al parecer las comparaciones hechas por el New York Times (1), que homologan al movimiento estudiantil chileno con la primavera árabe, no es algo tan descabellado. Las repercusiones y el significado histórico que está teniendo este movimiento, no sólo a nivel nacional, sino que también a nivel internacional, dan prueba de aquello. Es más, si le echamos una mirada rápida a lo que sucede en otras partes del mundo, es fácil notar un profundo malestar generalizado, ya sea en Europa, el norte de África, Inglaterra, Grecia, España, o el cono sur y los mismos EEUU y que tiene como protagonistas a amplias masas descontentas con los resultados de décadas de neoliberalismo, el cual conlleva el despotismo político, la miseria económica y la exclusión social de las grandes mayorías. Desde la gran ofensiva burguesa de los 70s y 80s, la clase capitalista no había visto tanta resistencia, y Chile no se está quedando atrás.

Pero esta primavera no empezó sólo en junio, sino que ya la detectábamos en diciembre del 2010, con las movilizaciones en Magallanes, las que nos alegraron con una paralización regional total. Luego tuvimos las movilizaciones contra Hidroaysén, con aglomeraciones insólitas para la fecha, pero que fueron rápidamente superadas por la movilización estudiantil y que ahora son la expresión más avanzada del movimiento popular que ya se levantó y no pretende volver a flectar sus rodillas. Claramente en Chile se ha abierto un nuevo ciclo de lucha de clases.

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Empezando por donde lo habíamos dejado

El pasado 4 de Agosto, a las 21:00, los estudiantes convocaron a un cacerolazo en repudio a la represión de la cual habían sido objeto. El gobierno, haciendo gala de la real dimensión de la dictadura burguesa, suspendió, sin decretos o demás formalidades, las libertades públicas e imposibilitó toda reunión de los estudiantes, impidiendo que se realizaran las dos marchas convocadas durante el día. Cumplido el plazo que daría paso a las cacerolas -ese claro gesto helitrópico que uniría a dos generaciones que nada ni nadie podía juntar-, aún continuaban los combates en diversas partes de la ciudad. Como ya quedó claro a través de la prensa, la respuesta fue masiva y contundente. Las bocinas, las cacerolas (reales o virtuales), las barricadas y la lucha callejera, le dieron una clara base empírica a los datos levantados de la última encuesta hecha por el Centro de Estudios Públicos (CEP) donde el 80% de los encuestados desaprobaba el lucro en la educación, al mismo tiempo que Sebastián Piñera sólo recibía un 26% de aprobación, porcentaje histórico, jamás alcanzado por otro presidente, desde los 90’s (específicamente por Eduardo Frei, en 1999, en el contexto de la llamada “crisis asiática”). Ese 4 de agosto algo se había roto, o recompuesto.

El movimiento de masas parece retomar sus perspectivas de lucha donde las dejó por última vez: en los 80’s, cuando la movilización no era solamente la expresión de la lucha política contra la Dictadura, sino por las consecuencias sociales de las profundas transformaciones económicas y sociales lideradas por ella y que desencadenaron la crisis de 1982-83, la que sirvió como catalizador de la fuerza popular, traicionada, finalmente, en el marco de la transición pactada. Fue esta última la que obligo al topo a volver a su trabajo silencioso, subterráneo, en momentos cuando, como dijo el viejo Bakunin, “la revolución se ha vuelto a meter en cama”, dando paso a “las revoluciones subterráneas, invisibles e incluso a menudo insensibles”. Es así, que el capitalismo chileno tuvo 20 años de desarrollo impasible, marcado por aisladas tensiones, rápidamente opacadas por el aumento del consumo y del endeudamiento del chileno promedio, la disciplina y perfecto lineamiento entre el gobierno y la clase dominante, la dura ofensiva contra el trabajo (ya sea mediante la flexibilización laboral y el férreo ataque a los salarios) un enorme gasto fiscal en políticas focalizadas destinadas a la descompresión social, etc. Paradójicamente, han sido estos mismos motivos los que han impulsado y desatado con tanta fuerza las actuales movilizaciones sociales.

Sin embargo, este proceso de movilización no es casual, sea considerando el marco socio-político que le da sentido o bien el “actor social” que hoy encabeza la movilización. Si hacemos un poco de memoria, a contar del 2001 el movimiento que hoy lidera la re-activación del movimiento de masas comenzó un proceso importante de re-articulación y rearme, a niveles orgánicos y político-ideológicos, pasando de demandas reivindicativas a consignas más profundas como la crítica al concepto mercantil de educación y que decanta en la enorme movilización estudiantil del 2006 y que apuntaba directamente a la vieja LOCE, expresión del modelo educativo legado por la Dictadura, responsable directo, junto a la Constitución, de colocar por delante los intereses privados, antes que el derecho social a la educación, concepto que todos los sectores movilizados comparten. Otro elemento a considerar es el importante recambio generacional que representa el estudiantado, lo que le ha permitido ser más crítico y realista en torno a una serie de temas y ser mucho más temerario. Es este desarrollo y acumulación de experiencias de lucha lo que ha hecho del movimiento estudiantil el mayor y mejor crítico del modelo neoliberal.

En lo inmediato, las importantes movilizaciones del 4 de Agosto significaron un influjo de fuerzas a la lucha y la reafirmación del apoyo mayoritario a las demandas estudiantiles, expresado en la serie de cacerolazos realizados después del 4 y en la multitudinaria marcha del 9 de agosto, pero, más importante aún, significa el inicio de la lucha política de masas en Chile, el reencuentro del movimiento popular con sus propios intereses. Una política nueva que se empieza a hacer lugar a fuerza de movilización y ante la cual el modelo neoliberal no tiene respuestas concretas, a no ser que modifique importantes patrones que, hasta ahora, le han propinado “gobernabilidad” al país y ha sido la base de la tranquilidad de la clase dominante. Es así, que actualmente la burguesía se enfrenta a una paradoja: o le da mayor lugar a las masas por medio de la institucionalidad burguesa, procurando domesticar lo más posible sus intereses y ralentizado su proceso de ruptura revolucionaria, o deja que esto se desarrolle de cara al Estado, propiciando un proceso de desarrollo autónomo mucho más peligroso para la continuidad del modelo, lo que puede tener consecuencias nefastas para sus intereses de clase. En cualquiera de los dos casos, asistimos al hecho consumado de un avance cualitativo en el ejercicio de la fuerza de la clase oprimida, a un punto nuevo, un cambio cualitativo en ese ascenso progresivo que se venía viviendo desde la década pasada y que hoy modifica, sustancialmente, el escenario de la lucha de clases en Chile.


“Ahora somos todos demócratas y anti-neoliberales”

Más allá de los comentarios rancios y fascistoides de algunos personajes(2), ciertas demostraciones de grupos retrógrados pro-familia(3) e irrisorias demostraciones públicas contra la movilización estudiantil(4), es posible notar un contundente viraje de 180 grados en varios sectores políticos dominantes que logran darse cuenta de lo inviable de la situación y la necesidad de cierto recambio estructural. Quizás el sector más rápidamente actuó al respecto es la Democracia Cristiana, la cual, en palabras del ex-presidente Eduardo Frei, daba cuenta del posible escenario de ingobernabilidad(5) y se adelantó al resto del conglomerado concertacionista entregándole al gobierno una propuesta de nueve puntos, dirigidas, fundamentalmente a ampliar el sistema binominal, cambiándolo por uno proporcional(6), incluyendo ciertas iniciativas sociales como son ampliación de derechos sociales y “mejoras” en los procesos de sindicalización y negociación colectiva, etc. Todo en vista de la coaptación. Así, también una serie de personajes, desde el también ex presidente Ricardo Lagos(7) o el ex ministro del interior Edmundo Pérez Yoma(8) se hacen partidario de ampliar la democracia y acusan al sistema binominal de ser estrecho e inadecuado para los tiempos que corren. Si bien todos estos virajes carecen de legitimidad a los ojos de los que los vimos gobernar durante 20 años, nos dan una señal clara de por donde vendrán las modificaciones de fondo y como se dibuja el escenario de las fuerzas hacia el futuro. Escenario el cual ya debe estar saboreando el reformismo, que ya saca cuentas sobre el como capitalizar y darle uso a la enorme fuerza social acumulada para abrir las puertas del parlamento, antes que multiplicarlas en el desarrollo de organizaciones de clase autónomas, unas que puedan golpear fuerte y quitarle espacios de poder al Estado y a la clase dominante.

Sin embargo, es importante señalar que la relación entre las organizaciones de clase de la burguesía (CPC, SOFOFA y otras), la actual situación del país y las estructuras de gobierno no coinciden mecánicamente, sino que se vinculan de forma dialéctica, por lo cual no extraña que las primeras den cero señal de estar al tanto del momento histórico. Demostración de aquello fue la reacción que tuvo la CPC ante una posible reforma tributaria, colocando rápidamente el grito en el cielo, repitiendo el mismo discurso que ha mostrado sólo su fracaso en estas tres décadas: “inversión y consumo”(9). Así también Hacienda, con Felipe Larraín a la cabeza, sigue en la más absoluta intransigencia, repitiendo el mismo discurso tecnócrata. En una entrevista dada a La Tercera, Larraín insiste en ver el problema del financiamiento como uno “puramente técnico”, sin comprender el debate político de clase que hay detrás y haciendo hincapié en que “este gobierno mantendrá la responsabilidad fiscal y rechazará el populismo”(10). Estas consignas, que denotan la intransigencia burguesa, nos hacen pensar en las enormes dificultadas que se le imponene al movimiento popular para encontrar una salida al conflicto, en cómo esta enorme tensión social se irá traduciendo en rápidos aprendizajes de masas que, parafraseando al viejo Marx, “vale más que una decena de programas”. Ante ese escenario, suponemos que la clase trabajadora chilena se irá poniendo rápidamente al día. Al verse traducida por sus propios hijos no deberá perder tiempo en entrar a la lucha con órganos propios, en coordinación y unidad directa con el movimiento estudiantil. De ahí que sea necesario ampliar las coordinaciones, fortalecer los lazos, construir sobre los puntos en común y ampliar la base social del movimiento, intentando no dejarse seducir por los cantos de sirena de la democracia burguesa, a la cual se le debe anteponer la única democracia real: la proletaria, encarnada en órganos independientes de los trabajadores y demás sector del pueblo, en consonante unidad, de cara al Estado y desafiantes al poder burgués.

¿Plebiscito? No, gracias... tenemos poder popular.

¡Pobre humanidad! Es evidente que no podrá salir de esta cloaca sin una inmensa revolución social”
Bakunin.

Es así, que de a poco se reabren los espacios para dar pie a un debate clave: el poder de la clase trabajadora y sus formas concretas. Para los amplios sectores reformistas (PC y variantes) la salida parece ser la llamada a un plebiscito y la masificación del ejercicio ciudadano, antes que el de clase en consonancia directa con otros sectores como la DC el PS y otros partidos concertacionistas, y que ya han generado respuestas como las del ya citado Carlos Larraín, quien declaraba al diario La Tercera que "Yo le tengo terror a un plebiscito, no sólo miedo", agregó, junto con sostener que ese mecanismo "en el actual ambiente es peligrosísimo, una cosa disolvente, claramente subversiva"(11). Más allá de las exageraciones propias de una derecha fascistoide, el cuerdo general entre el reformismo y los partidos concertacionistas es que el plebiscito es “lo mejor” que le podría pasar a la democracia y a la estabilidad nacional. Por un lado, la reforma constitucional que necesita puede ser una muestra de “concesiones” por parte de la mal llamada clase política al pueblo, mientras que deja fuera de la posible participación a un sector importante del movimiento estudiantil: los secundarios, los que no tiene edad de votar o de inscribirse en los registros electorales y en su mayoría comprenden que una salida por arriba no es una salida. Por otro lado, los que estarían obligados a liderarlo serían los mismos que han gobernado durante más de 20 años, en claro continuismo con el modelo socio-económico y que hoy, por obra y gracias de la movilización de masas, se han dado cuenta de los estrechos márgenes de la democracia burguesa neoliberal chilena. Es así que arrojarle la responsabilidad de tomar la decisión a una estructura completamente podrida es hipotecar toda la fuerza acumulada del movimiento popular en general, no sólo estudiantil. Implica desmovilizarnos y darle un espaldarazo a aquellos que nunca han movido un dedo por los que ahora copamos las calles. Lo que nos hace preguntarnos: ¿Es ingenuidad, mala intención o mero oportunismo político? Nos quieren quitar toda la fuerza sacándonos de las calles, siendo que estas han sido nuestra tribuna histórica para juzgar y condenar a aquellos que nos oprimen y sojuzgan, nuestro medio de fuerza y existencia por excelencia, nuestra fuente de aprendizaje, de maduración y, cuando nos sentimos preparados, nuestro punto de partía en el asedio a la sociedad de clases.

Es en momentos como estos cuando los sectores de izquierda revolucionaria deben ser claros y firmes en sus propuestas, no podemos dudar, ni mostrarnos vacilantes, ya sea ante el posible desgaste (que después del 4 de agosto se alejó por mucho tiempo más) o ante las dificultades de pensar como revolucionarios en tiempos complejos, donde las salidas fáciles pueden tentar a cualquier espíritu que confunda realismo con oportunismo. Por lo tanto, nos parece fundamental y realista mantener la movilización, sin ceder un ápice en las propuestas, al mismo tiempo en que se convoca a los demás actores sociales a profundizar y a informar en torno al necesario cambio que debemos llevar a adelante, todos juntos, como clase. Es por eso que se torna fundamental que los colegios tomados, la universidades paradas o tomadas y demás lugares de conflicto se vuelvan espacios comunitarios, que agrupen al resto de la población aledaña, que convoque a padres y apoderados, profesores y demás trabajadores de la educación, para procurar así ampliar la base social de apoyo, darle mayor consistencia al movimiento y acelerar el aprendizaje de los demás sectores que constituyen al proletariado chileno. Mientras, al corto plazo, las protestas del 24 y 25 deberán ser de mayor envergadura que lo visto hasta ahora, el paro convocado por la CUT se debe tornar en una gran protesta nacional, donde una vez más nuestras manifestaciones de fuerzas traigan efectos recursivos sobre el conjunto del movimiento popular y nos permitan seguir acumulando fuerzas, pero ya en un registro diferente, uno que nos deja ver con mayor claridad nuestros objetivos y medios, amigos y enemigos.



¡Porque el modelo no cederá, a construir poder popular!

Vladimir Benoit,
Federación Comunista Libertaria, Chile
Agosto 2011.

NOTAS:
(1)http://www.elmostrador.cl/noticias/pais/2011/08/05/the-new-york-times-compara-el-movimiento-estudiantil-con-la-primavera-arabe/ (2)http://www.lanacion.cl/noticias/site/artic/20110808/pags/20110808093635.html (3)http://www.emol.com/noticias/nacional/2011/07/30/495385/agrupaciones-pro-familia-realizan-marcha-en-defensa-del-matrimonio-heterosexual.html (4)http://galerias.grupopublimetro.cl/galeria/fotos-presidente-juventud-rn-lidera-protesta-%E2%80%9Cno-queremos-perder-el-ano%E2%80%9D (5)http://www.lanacion.cl/frei-chile-esta-al-borde-la-ingobernabilidad/noticias/2011-08-06/122604.html (6)http://www.eldinamo.cl/2011/08/08/dc-entrega-propuesta-de-reformas-politicas-al-gobierno/ (7)http://www.cnnchile.com/nacional/2011/08/08/hace-seis-anos-el-ministro-chadwick-dijo-no-para-debatir-el-binominal/ (8)http://www.cnnchile.com/nacional/2011/08/09/tenemos-una-crisis-de-representatividad/ (9)http://diario.latercera.com/2011/08/02/01/contenido/pais/31-78650-9-larrain-no-descarto-ni-apoyo-cambio-de-impuestos-ante-empresarios.shtml (10)La Tercera, Domingo 7 de agosto del 2011.
(11)http://latercera.com/noticia/politica/2011/08/674-384932-9-carlos-larrain-le-tengo-terror-a-un-plebiscito.shtml

miércoles, 27 de julio de 2011

Salió el octavo número de "Solidaridad"


Ha salido a circulación el octavo número del periódico clasista y libertario "Solidaridad" (Chile). La publicación es un esfuerzo de la Federación Comunista Libertaria (FCL). Su precio es de $300. Esta edición trae como suplemento el Boletín de Opinión Anarquista “Voz Negra”. El correo de contacto es publicacion.solidaridad@gmail.com. Esta edición (y las anteriores) se encuentra disponible en PDF en nuestro sitio web:http://periodico-solidaridad.blogspot.com (el blog se actualiza con información noticiosa periódicamente entre una y otra edición)


Editorial (fragmento):

“Creemos necesario construir esta propuesta, teniendo como objetivo central el fortalecimiento de la organización social en la línea de construcción del Poder Popular. Esto implica que vayamos teniendo conquistas concretas, por medio de la solidaridad y movilización, evidenciando los límites del modelo y fortaleciendo la conciencia de los sectores populares. En forma complementaria con lo anterior, vemos necesario avanzar en la democratización de las organizaciones de masas, el plantear instancias de unidad social, desde abajo y en la lucha, entre los distintos actores populares, y disputar los espacios al reformismo, es decir, planteándose seriamente la profundización de propuestas para alternativas de poder, potenciando formas nuevas de organización y de auto-conducción que logren abandonar, realmente, las viejas estructuras que se han sostenido en el tiempo sólo por el vicio propio de la desmovilización y la falta de participación.

Tal panorama nos da una opción real para buscar salidas de masas y desde abajo. Es ahora, y no mañana, cuando el desarrollo de alternativas de poder se vuelve un tema verosímil, por lo que es tarea necesaria y urgente construir y avanzar en la propuesta libertaria y popular”

Contenido:

•Editorial: Desde la movilización social, a construir Poder Popular.
•Internacional: Grandes movilizaciones y huelgas sacuden el viejo continente.
•Educación: El objetivo de “educar en Chile” es legitimar el orden burgués.
•Educación: El pueblo toma masivamente la calle y comienza a cuestionar el modelo neoliberal.
•Educación: De la ocupación de las escuelas a la autogestión de la educación.
•Género: Crónica del aborto en Chile.
•Reportaje: La localidad de Alhué nuevamente es pasada a llevar.
•Entrevista: Grupo de Estudios José Domingo Gómez Rojas.
•Ecología: Ley de obtentores y UPOV 91.
•Trabajador@s: La línea de José Piñera en materia sindical.
•Actualidad: Cambian los ministros, pero el circo sigue.
•Memoria Histórica: Algunas notas sobre Educación Libertaria.
•Pres@s Polític@s: ¿En que quedó la huelga de hambre de los 4 comuneros Mapuche?
•Pres@s Polític@s: ¡Libertad a Recaredo Gálvez!

y mucho más…

¡Por el Socialismo y la Libertad!
¡Arriba las y los que Luchan!

Related Link: http://periodico-solidaridad.blogspot.com

Convergencia Libertaria (CL): Solidaridad con el compañero Recaredo Gálvez


Ante el agitado panorama de violencia y represión policial contra toda lucha social que se enfrente a los intereses del Estado y el Capital, y en particular frente a la detención, golpiza y acusación de Recaredo Gálvez, estudiante y secretario general de la FEC, nuestra organización declara lo siguiente:

1) Como ya bien lo declaró el Frente de Estudiantes Libertarios de Concepción, esto no se trata de un hecho aislado, sino que es necesario comprender los ataques del Estado como partes integrales de un todo, de una estrategia que tiene como objetivo amedrentar y generar el miedo, o más bien dicho, el terror, en los movimientos sociales, para minimizar la respuesta social frente a la profundización del mercado en todos los aspectos de la vida, y qué mejor forma de hacerlo que con la violencia policial desatada, las acusaciones y el encierro.

Hechos como éste, de los cuales podríamos sacar a relucir muchos ejemplos, deben ser analizados por los movimientos sociales, y particularmente en este caso por el estudiantado en general, para reflexionar y darse cuenta de la profundidad de la problemática, que va más allá de las reivindicaciones por las que cotidianamente luchamos, sino que se trata de todo un modelo económico, social y cultural enfocado en el enriquecimiento de unos pocos mediante la dominación y explotación de las mayorías. En este sentido, se hace patente que cuando los mecanismos de control intangibles se ven sobrepasados y los explotados superan la pasividad emprendiendo la lucha y acción directa, la represión cruda se dispara como la mejor forma de reestablecer el orden imperante. Preguntas como ¿por qué el Estado llega a estos niveles de violencia y amedrentamiento? o ¿por qué la clase política está dispuesta a proteger los intereses privados a toda costa? deben servir de punto de partida para comprender mejor el mundo en el que vivimos.

2) Esta situación recalca la importancia de la urgente generación de tejido social y el fortalecimiento de las organizaciones de base, pues sólo un pueblo combativo y debidamente organizado puede dar respuesta a la represión y defender a los compañeros que caen en las garras de la represión.
Si bien, este año se ha mostrado como el del “resurgimiento de la movilización social”, es necesario plantearse seriamente el fortalecimiento orgánico, desde un punto de vista participativo y horizontal, de las organizaciones sociales, para que éstas puedan realmente configurarse como elementos de ruptura del modelo capitalista.

3) Opinamos y afirmamos que esta detención no fue aleatoria, sino que Recaredo fue elegido, golpeado brutalmente y además acusado de homicidio frustrado, porque era un conocido dirigente estudiantil de la región y claramente este episodio es una amenaza, un “mira lo que somos capaces de hacer si siguen molestando”. En esta misma línea, es muy importante recalcar un punto también desarrollado en la declaración del FEL-Concepción, que es el necesario avance en la afinación y creación de mecanismos de seguridad de las bases sociales que se organizan y luchan, porque si de algo tenemos total certeza, es que mientras más grandes sean nuestros objetivos y mientras más fuerte sea la confrontación y contradicción entre los intereses populares y los del capitalismo, mayor será la represión y mayor la crudeza en su aplicación.

4) Por último, manifestar nuestro apoyo y fraterna solidaridad con Recaredo Gálvez, sin ningún interés de “aprovechar la situación para figurar políticamente”, sino con las simples ganas de formar parte de todos los que están con él y para que el mensaje quede bien claro:

¡Recaredo no estás solo!

Convergencia Libertaria
Región de Valparaíso

viernes, 8 de abril de 2011

Por la libertad de todas y todos los presos políticos, contra la represión de la protesta social



Durante los últimos años hemos visto como se ha ido agudizando una política de represión hacia las luchas sociales, por medio de la persecución, encarcelamiento, judicialización y criminalización de muchas personas y organizaciones que levantan la voz contra las injusticias de este sistema, todo lo cual nos motiva a plantear nuestra posición política frente al tema, en especial frente al actual escenario de lucha de las y los presos sociales y políticos.

Por lo tanto, nosotros como Federación Comunista Libertaria, declaramos:

1. Comprendemos que la actual política de represión, hacia diversos sectores que protestan contra las injusticias, se enmarcan dentro del rol histórico que ha mantenido el Estado chileno, garantizando un orden de cosas a favor de la clase dominante, favoreciendo la inversión de los grandes actores económicos y barriendo con cualquier tipo de oposición a sus planes de expansión e incremento de las ganancias, a costa de los sectores dominados.

2. El actual orden jurídico enmarcado en la Constitución de 1980, es un claro instrumento de represión hacia las y los que luchan. En este sentido, la llamada “Ley anti terrorista” se ha convertido en una de las principales armas del Estado chileno para criminalizar y someter la protesta social.

3. Observamos que en los últimos años se sigue una política represiva de parte del Estado chileno y los sectores dominantes, particularmente agresiva, la cual implica:

a) El seguimiento de las actividades, y por lo tanto el hostigamiento hacia diversas expresiones sociales y políticas de oposición hacia este sistema de injusticias.

b) La persecución judicial hacia las personas y organizaciones más visibles y simbólicamente más perturbadoras para el “orden público”: mapuche, anarquistas y antiautoritarios.

c) El hostigamiento, persecución y encarcelación de ex presas y presos políticos militantes de organizaciones políticas revolucionarias (FPMR, Lautaro, MIR), lo que demuestra una clara intención revanchista del Estado chileno.

d) La difamación por parte de las autoridades y de la prensa, de las diversas reivindicaciones, demandas y propuestas de cambio social.

Esta política de Estado es notoriamente articulada desde el Ministerio del Interior, con la colaboración de otros actores estatales y no estatales, y representa un verdadero peligro para todos quienes se plantean la organización y la lucha por las transformaciones sociales más anheladas.

4. Siguiendo esa política de Estado, vemos que la Fiscalía y el Ministerio Público montan procesos judiciales completamente irracionales, al límite de su propia legalidad, que terminan con penas extremadamente duras, con el objetivo de entregar un mensaje aleccionador a la población: “cualquier disidencia será castigada con todo el peso de la ley”.

Un ejemplo de ello, fue lo sucedido en el caso del militante del PC, del Movimiento Continental Bolivariano y del Movimiento de Solidaridad por la Paz en Colombia, Manuel Olate, al cual se le ha intentado vincular con las FARC-EP. A Olate se le imputa ser un enlace entre el movimiento insurgente y fracciones radicalizadas del movimiento mapuche, lo cual hasta el momento no ha sido comprobado por falta de pruebas.

Este tipo de persecución política es particularmente clara, en los procesos judiciales montados contra las organizaciones y Comunidades Mapuche. En numerosas ocasiones se han utilizado testigos sin rostro y pagados, con vicios procesales evidentes, incluso con diversas prácticas de tortura hacia los acusados con el fin de arrancarles supuestas confesiones o pruebas. Todo esto apunta hacia el máximo endurecimiento de las penas, lo cual tiene un evidente contenido político en contra de las reivindicaciones del pueblo mapuche. Frente a esta situación, los presos políticos mapuche recluidos en Cañete (Héctor Llaitul, Ramón Llanquileo, Jonathan Huillical y José Huenuche), llevan adelante una huelga de hambre desde el 15 de marzo.

También se ha seguido este comportamiento, en el llamado “caso bombas”, en el que incluso a la Fiscalía se le permitió extender el período de investigación por más de 7 meses, sin tener pruebas contra los imputados, manteniéndolos encarcelados todo este tiempo y en las peores condiciones posibles. Como medida de presión las y los compañeros sostienen una huelga de hambre que se extiende desde el 21 de febrero, la que ha sido acompañada por diversas movilizaciones de apoyo en diversos lugares, dentro y fuera del país. Recién el día 4 de abril la Fiscalía Sur presentó ante el Octavo Juzgado de Garantía el libelo acusatorio, en donde se exigen penas para las y los imputados que van desde los 10 años hasta la prisión perpetua.

La dimensión del montaje ha llegado a tal punto, que “sospechosamente” una bomba estalló en el interior de las oficinas de la Defensoría Popular (grupo de abogados de los imputados), a solo 4 días de una vital audiencia; oportunidad que cayó como anillo al dedo a la Fiscalía, quien tuvo acceso directo a las carpetas de la defensa. Como si no fuera suficiente, las autoridades han decidido premiar al fiscal Alejandro Peña, integrándolo a la Subsecretaria del Interior, en donde formará parte de un equipo que asesorará al gobierno en materia de seguridad. Esta es una clara señal de la línea represiva que impulsará el Estado hacia el movimiento social.

5. Hacemos un llamado a todas las organizaciones sociales y políticas, a los sindicatos, organizaciones de estudiantes y de pobladores, a pronunciarse y manifestarse contra la política represiva del Estado, participando activamente en las diversas movilizaciones convocadas por la libertad de todas y todos los presos políticos, por el fin de la ley anti terrorista y los montajes político-judiciales. Al mismo tiempo proponemos la articulación de las distintas organizaciones y sectores afectados, para hacer fuerza común contra la prisión política y la criminalización de la protesta social. Solo la construcción de un pueblo fuerte y organizado podrá brindar la posibilidad de frenar las ofensivas represivas del Estado-Capital y allanar el camino hacia el socialismo y la libertad.


¡Libertad Inmediata a Todas y Todos los Presos Políticos!
¡Ninguna Lucha sin Solidaridad!
¡Arriba las y los que Luchan!


Federación Comunista Libertaria
Chile

domingo, 9 de enero de 2011

TERMINA UNA ETAPA PERO COMIENZA OTRA...

Fue fundada en Chile la Federación Comunista Libertaria


Anunciamos que el 25 y 26 de diciembre recién pasado, por medio de un Congreso Fundacional, se fusionaron definitivamente los agrupamientos anarco-comunistas de Santiago. De este modo, fue fundada la Federación Comunista Libertaria (FCL).

Es el resultado de un proceso de discusión, profundo y sistemático, entre organizaciones que veníamos sosteniendo un relacionamiento estrecho hace ya más de un año, y que en los últimos dos meses ha sido llevado a cabo con mayor intensidad para culminar en la instancia fundacional.

El Congreso recibió diversos saludos de organizaciones hermanas, del exterior y de otras ciudades del país. La discusión fue tratando uno a uno los temas programáticos que nos convocaban, partiendo por la carta de presentación, donde están expresados de forma general nuestros principios y nuestra línea estratégica. Luego fuimos debatiendo y tomando resoluciones en relación a nuestra caracterización del período, la línea estratégica general y para el período, las tácticas en el plano político y social, y la orgánica de trabajo.

Esta nueva organización, y el programa político que resulta de este Congreso, representan la continuidad con anteriores proyectos organizacionales del anarco comunismo en estas tierras.

En lo político, vemos como el principal desafío que nos toca enfrentar actualmente, es la construcción de una organización anarquista a nivel nacional, mientras que en lo social, es fortalecer la presencia popular de nuestra organización. Estas herramientas son las que esperamos nos permitirá influir, de forma decisiva, y coherente, para que la propuesta libertaria sea hegemónica en los cambios sociales que el pueblo espera y construye.

Carta de Presentación
Federación Comunista Libertaria - Chile


I. Somos una organización política revolucionaria anarquista inscrita en la corriente anarco comunista y especifista. Esto quiere decir, que nos reconocemos en la experiencia histórica del anarquismo social, el cual, como crítica al Estado y el Capital, busca por medio de la acción directa del proletariado en lucha, el derrocamiento del actual sistema social basado en la explotación del hombre por el hombre. Para promover e incitar este objetivo emancipador, nos agrupamos como anarquistas, y desde una base política común, participamos en todos los espacios sociales donde sea posible la lucha.

II. La doctrina que promovemos no es el resultado de una inquietud artificial, salida de la cabeza de unos cuantos iluminados, antes bien, es el resultado de la búsqueda de los explotados por lograr su liberación social. Por tanto, si bien el anarquismo ha sido sistematizado a nivel teórico por revolucionarios como Bakunin, Kropotkin, Malatesta, el grupo Dielo Truda (entre otros), su mayor riqueza radica para nosotros en las luchas concretas que han hecho de él una propuesta realizable para superar la actual sociedad de clases.

En ese sentido, tomamos como principales referentes las experiencias de la Comuna de París, el sindicalismo revolucionario del siglo XIX y XX, los soviets libres en la revolución Rusa y el ejercito makhnovista, las colectividades en la España del 36, así como diversas experiencias latinoamericanas de índole libertaria, como la labor desarrollada por los hermanos Flores Magón en la Revolución mexicana, o la Federación Anarquista Uruguaya.

También es del anarquismo chileno, el cual ocupó un lugar importante en el movimiento obrero, desde donde nos alimentamos e intentamos continuar. Hablamos de la labor desarrollada por figuras como Magno Espinoza y Luis Olea en la lucha social de la primera década del siglo XX y de organizaciones libertarias, sindicales y estudiantiles (IWW, FECH, CGT, etc.), durante las décadas del 20 y el 30. Por cierto, también en el movimiento libertario que resurgió desde la década de 1950 (con figuras como Ernesto Miranda, Clotario Blest y organizaciones sindicales de los gremios del calzado, los gráficos y la construcción), donde, si bien no logró consolidarse el proyecto de sociedad al cual se aspiraba, sí se logró impregnar con sus principios al movimiento obrero chileno, por ejemplo en el Congreso Constituyente de la CUT de 1953, con una declaración de principios abiertamente anticapitalista, utilizando la acción directa como método de lucha y propugnando el socialismo integral.

Nuestras ideas también se alimentan de experiencias históricas del proletariado chileno, como los Cordones Industriales, los Comandos Comunales o la resistencia contra la Dictadura, que si bien no tuvieron en su momento una interpretación desde el anarquismo, hoy configuran un importante referente en relación al grado de radicalidad de su crítica al Estado y el Capital.

En este sentido, la libertad fundada en la igualdad, la abolición del estado y la propiedad privada, el antiparlamentarismo, la acción directa, la no colaboración e independencia política de clase, la autogestión, la solidaridad y el internacionalismo, han sido los principios y prácticas constituyentes de esta tradición histórica, que orientan en la actualidad nuestra práctica política.

III. Nuestra organización, en consecuencia, se esfuerza por avanzar en la construcción del Poder Popular, entendido como el proceso en que nuestra clase genera espacios y formas determinadas de auto organización y autogestión que la llevan a un enfrentamiento directo con la clase enemiga, amenazando directamente la sobrevivencia del orden burgués, sobrepasando a los partidos políticos, burocracias sindicales, y toda forma de control ya sea interno o externo, haciendo posible la superación revolucionaria de la sociedad capitalista, la socialización de los medios de producción y la abolición del poder político, actualmente en manos de una ínfima minoría explotadora.

Estos son para nosotros, los requisitos indispensables para la instauración de una sociedad organizada sobre bases federativas, de abajo hacia arriba, desde las unidades básicas a las más complejas, de modo que podamos volver a ser dueños de nuestras vidas y no nos veamos sometidos al papel de ejecutores de voluntades externas. Esto es, la sociedad comunista libertaria, el comunismo anárquico, el socialismo libertario.

IV. Estos objetivos de tipo finalista o estratégicos, -y que sabemos son ideales compartidos con otras corrientes revolucionarias- no pueden conseguirse de la noche a la mañana. Para ello es preciso transitar un camino por el que el proletariado comprenda y reconozca cuáles son las causas de los males que los afligen y cuáles son las mejores herramientas para liberarse de ellas.

Entonces, además de agruparnos como anarquistas, nos agrupamos como explotados y oprimidos, y nos organizamos y luchamos desde los espacios más elementales de nuestra vida, para acumular las experiencias que nos permitan incrementar cada vez más la habilidad del proletariado para organizarse, para pretender cada vez más libertad y bienestar para todos.

Para ello, nos valemos de los métodos de acción que permitan la participación horizontal y democrática de los propios trabajadores y demás sectores populares en la solución de sus problemas. Esto es lo que colectivamente hemos considerado más apropiado para la construcción y fortalecimiento de las organizaciones donde el proletariado pueda organizarse y construir sus programas.

V. Sabemos que esto no es suficiente, puesto que la lucha por demandas inmediatas, económicas, reivindicativas, encontrarán tarde o temprano un techo, un límite donde la patronal y el Estado ya no darán su brazo a torcer. En ese momento (el cual no es posible definir de antemano) el proletariado deberá pasar a la ofensiva, y pretenderemos como anarquistas que logre llevar adelante su propio interés de vivir libremente. Claro está que esta titánica tarea no será pacífica y habrá que recuperar por la fuerza, de las manos de la burguesía, toda la riqueza social que nos ha sido arrebatada, pero procurando en todo momento que el ejercicio de la violencia no sea derecho exclusivo de tal o cual partido o grupo de vanguardia, sino del pueblo en armas conscientemente entregado a la tarea de construir una nueva sociedad.

Decimos esto, lo cual es preciso aclarar, puesto que nuestras intenciones no son las de convertirnos en los guías de una revolución. No luchamos para que nuestra organización gobierne a tal o cual grupo de personas, ni para restablecer luego de innumerables sacrificios el gobierno de unos pocos bienintencionados sobre el conjunto de la sociedad, sino que, al contrario, luchamos por una sociedad de seres humanos libres e iguales.

VI. Estas tareas que mencionamos y el rol que asignamos a la organización política de los anarquistas, debe entenderse en un contexto para que encuentre un sentido y una aplicación más exacta y coherente, poniendo atención al aprendizaje y la experiencia acumulada en cada lucha, lo cual permita comprender los distintos niveles, mínimos y máximos, que son posible alcanzar en el actual grado de desarrollo del movimiento popular.

Entendemos, por tanto, que en la actualidad es preciso construir propuestas programáticas de mayor alcance, alimentadas en la lucha, donde el anarquismo sepa expresar y orientar una alternativa de lucha y construcción popular.

En otras palabras, nuestra opción como anarquistas es construir simultáneamente por dos caminos: por un lado, ser capaces de fomentar la organización social, desarrollar una mirada transversal que disuelva el gremialismo mezquino y apostar a una perspectiva programática común de los sectores en lucha, todo en un contexto de aprendizaje y rearme del proletariado chileno; y por otro lado, y en un sentido orgánico, el fortalecimiento de la organización política de los anarco comunistas, para dotar a esta lucha de un horizonte libertario que pueda superar de forma radical la sociedad de clases.

Con estas aspiraciones encaminamos nuestros esfuerzos y en ellos esperamos encontrarnos con todos los que luchan sincera y entregadamente.

¡Por el Socialismo y la Libertad!
¡Arriba las y los que Luchan!
Federación Comunista Libertaria - Chile