domingo, 19 de septiembre de 2010

COMUNICADO ORGANIZACION LIBERTARIA GERMINACION-TALCA


¡Lucha, conciencia y organización! A 37 años del golpe militar


Septiembre. Quizás uno de los meses del año más sensible para la clase trabajadora y el movimiento popular en Chile. Recordar el truncamiento de un proyecto social que apuntaba hacia la erradicación del capitalismo y la sociedad de clases desde lo más profundo del corazón de nuestro pueblo, nuestra cultura, nuestro lenguaje y donde desbordaba la solidaridad y la esperanza de un devenir prospero para la clase explotada, que finalmente cambiaria nuestra ideología y relaciones humanas, no debe llevarnos solo al lamento y a la tristeza, si no por el contrario, a aprender y encontrar las lecciones de autogestión y determinación con que actuó la clase trabajadora en los años 70', en ofensiva a los privilegios de la burguesía. Rescatarlas, desarrollarlas y aplicarlas en el presente.

Producir es inherente al hombre, en cualquier tipo de sociedad. Suplir las necesidades básicas para poder sobrevivir y desarrollarnos plenamente es una característica de la naturaleza humana. Pero la capacidad de decisión de qué y cómo producir es algo a lo que la clase trabajadora se ha visto sometida y esclavizada a acatar a raíz del aprovechamiento de aquella clase que desde la máxima muestra de involución de nuestra sociedad a causa de un sistema antinatural, hace llamarse dominante, y que a través de la violencia ha acaparado los medios de producción.

El desenlace de la lucha de clases provoco en determinadas ocasiones que el proletariado tomara las riendas en el ámbito organizativo de la sociedad. Es así como sucedió en Chile en la década de los 70’, donde la creación de los cordones industriales, comandos comunales o JAP, fueron el fiel reflejo de la creciente organización popular y la alentadora conciencia de clase que por esos entonces estaba viviendo la clase explotada. En total 31 cordones industriales en todo el país, que de una u otra forma funcionaban con autonomía ante el gobierno de Allende, que paradójicamente pedía “autocontrolarse” ante el incipiente desarrollo de la autogestión obrera en el proceso revolucionario que se desarrollaba en ese entonces en el país.

Convencidos de que la emancipación de los trabajadores, debe ser obra de estos mismos, no podemos sino apuntar nuestra critica a la errada lógica que utilizo la UP ante la organización proletaria, coartando la iniciativa y el entusiasmo en la aplicación del poder popular que se desarrollo en esos años, que ante el intento de no quebrantar la constitución burguesa, al gobierno no le quedo otra alternativa que no brindar todo el apoyo y echar pie atrás ante el avance de los trabajadores por construir una nueva sociedad que afrontaba letalmente el orden capitalista amenazando los intereses de la burguesía.

Pero ¿Qué entendemos por poder popular? ¿Será este el apoyo de los trabajadores al gobierno de Allende? Definitivamente no. Nosotros como libertarios pensamos y difundimos el poder popular no como la formación de un Estado jerarquizado supuestamente “popular”, de hecho creemos necesario la abolición total de este, ya que por naturaleza lo consideramos un instrumento de la burguesía. Por el contrario lo entendemos como la iniciativa de base de la clase trabajadora, que se encargase de decidir, administrar y distribuir la producción de acuerdo a sus necesidades e intereses, en el ámbito económico. Y la organización horizontal, federativa y antiautoritaria en el ámbito político, que con autonomía de clase serian capaz de decidir en todos los temas posibles que los afectasen y fuesen necesarios para poder acabar con todo intento de dominación y explotación.

No tomar el poder, sino construirlo desde la base. Sociabilizar el poder, no centralizarlo en un partido o grupo de vanguardia. He ahí la clave.

Recordamos el 11 de septiembre y a los revolucionarios victimas del fascismo en dictadura, en lucha. En nuestras organizaciones de base, atacando al capital y el estado, creando poder popular, por la reconstrucción del tejido social abatido por la tiranía, que permita al pueblo escapar y destruir el actual estado de alienación en el que se encuentra.

Para ello creemos necesario crear e incentivar el debate político en las entrañas del pueblo, que permita a los trabajadores, pobladores y estudiantes superar las contradicciones del actual modelo económico. Fortalecer las organizaciones políticas revolucionarias de carácter antiautoritarias que permitan a estas encaminarnos hacia la autogestión obrera.

¡Por el comunismo Anárquico! ¡Arriba los/las que luchan!

Organización Libertaria Germinación, Talca.
Septiembre 2010.

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